El 7 de abril de 2010 nacía
el programa “Conectar Igualdad” mediante el decreto 459/2010 del Poder Ejecutivo
Nacional (P.E.N.). Un flamante programa para un mundo nuevo. La entonces “presidenta”
de la Nación Argentina, Cristina Fernández, un día antes en un discurso dado
para los festejos del Bicentenario, habló sobre la importancia y el impacto que
iba a tener este programa, explayándose largamente sobre la idea de “IGUALDAD”.
Aunque no parezca la idea de
igualdad es muy antigua, no fue una innovación ni propiedad del peronismo, ni
siquiera de la izquierda o la derecha argentina ni incluso universal. Es un
concepto tan amplio y difícil de alcanzar que muchos lucharon y murieron por
ella a lo largo de la historia de la humanidad. En la Revolución francesa
tenían tres ideales: “IGUALDAD, LIBERTAD Y FRATERNIDAD”. Entendían que un ideal
no puede existir sin los otros dos. Este tridente ofensivo, que si lo logramos concretar
es más efectivo que Messi, Di Maria y Agüero, ya lo buscaron millones de
personas.
Imagen de la artista Luciana Hidalgo Bartocci
Ese día antes Cristina
remarco: la búsqueda de los criollos cuando rompieron las cadenas de España, la
lucha de Saenz Peña e Yrigoyen. También el acceso al voto para todos los
ciudadanos, tanto hombres como mujeres. Recordemos que hoy ya desde los dieciséis
años tenemos el derecho a ejercer el “VOTO”. Esta idea de igualdad es cada vez
más amplia. Con el programa Conectar Igualdad, se dio un nuevo paso por la
senda de ese ideal. Se hace fácil encontrar la relación entre la Revolución
Francesa y este programa.
Pasaron los años y esa entelequia
se hizo realidad. Esa intención de crear algo nuevo, disruptivo y
revolucionario. Hoy podemos evaluarla con números reales, concretos y evidentes.
Hasta finales del año 2015,
en cinco años se entregaron más de cinco millones de computadoras, cerca de once
mil establecimientos educativos fueron alcanzados por el programa. Esto es
real, concreto y evidente. Cinco millones de niños, niñas y adolescentes
cruzaron la brecha digital. Esa brecha que impone el capitalismo, que una parte
de la sociedad celebra, festeja y se enorgullece de que exista, la parte “bien”
que ya estaba digitalizada desde la “fiesta del menemato”...
Recuerdo que al anunciarse el
programa fue muy cuestionado, aun hoy lo es. En ese entonces se criticaba que
se entregara computadoras a “negros de mierda” con la plata de los jubilados y con
la recaudación de los que pagaban impuestos. Otra crítica, “muy linda”, era
cuando decían: “las van a vender para comprarse falopa”. Otros opinaban que si
no las podían pagar no tenían derecho a tener ese bien. Asimismo, estaban los
moderados que declamaban que las iban a usar para jugar y perder tiempo en las
redes sociales. Y lo peor de todo es que estos argumentos se siguen utilizando.
Y aunque su utilización nos parezca salido de una novela de ciencia ficción distópica,
es real.
Me voy a detener en dos argumentos,
el financiamiento del programa y el uso de las computadoras.
En el contenido del Decreto Ley
459/2010 encontramos el artículo noveno, que dice así: “El ‘PROGRAMA CONECTAR
IGUALDAD.COM.AR’ se financiará a través de la reasignación de partidas
presupuestarias del Presupuesto Nacional.” Entonces, la frase: “con la plata de
los jubilados” es una falacia, ya que el organismo responsable de administrar los
fondos era el ANSES, que además de administrar los fondos de las jubilaciones, tiene
otras funciones, como por ejemplo que uno de sus objetivos sea coordinar la “SEGURIDAD
SOCIAL”. Y coordinar no es pagar… El principal aporte al programa, provenía del
Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
En el programa intervenían cuatro
entes: la Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Planificación, ANSES y el Ministerio
de Educación de la Nación. Sin contar todas las provincias y municipios con los
que articulaban para su implementación.
Este programa fue premiado
en el extranjero. La ONU lo distinguió siendo reconocido por P.N.U.D. (Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo), entre otros organismos
internacionales.
Respecto al uso de las
computadoras, otra de las críticas recibidas fue que “lxs PIBXS” iban a usar
las computadoras para jugar. Es muy triste que un argumento sea que el juego
sea un problema ya que esto vulnera el artículo treinta y uno de la Convención Internacional
de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes, el cual dice:
“1. Los Estados Partes
reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las
actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida
cultural y en las artes.
2. Los Estados Partes
respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida
cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de
igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de
esparcimiento.”
Respecto a este artículo voy
a evocar dos experiencias que viví con relación al programa “Conectar igualdad”.
Recuerdo con mucha alegría,
ver a jóvenes, sentados fuera de un local de comidas que tenía el Wifi abierto,
jugando, bajando material para el colegio, chateando con amigos, disfrutando de
la computadora, en la calle, al aire libre, junto a sus amigos, divirtiéndose, en
definitiva siendo jóvenes y pasándola sanamente bien. En esa situación de lugar
en frente vi concretada la victoria de una lucha histórica, la búsqueda de la
igualdad. “Estxs pibxs” al estar en ese lugar, con esas computadoras, daban y
mostraban que una política pública de calidad, trasciende las intenciones de
los legisladores y gobernantes. Ya no era tener un dispositivo para la
educación formal, para la escuela, era un aparto para la vida social, para
romper cadenas de opresión, para volver a jugar en la calle, para encontrarse
con otro, hasta podría decir que también era una herramienta para los
trabajadores del futuro, exactamente la misma herramienta que tenían en la mano
la gente “bien”, la de la “fiesta del menemato”…
En el año 2015, el Ministerio
de Desarrollo de la Nación, por Medio de la Dirección Nacional de Promoción de
la Responsabilidad Social, llevó a cabo un proyecto que se llamó: “Hackaton por
la inclusión”. Esta iniciativa tuvo como finalidad desarrollar aplicaciones
para dispositivos móviles, para mejorar la calidad de vida de personas con
síndrome de Down. Para la cual durante 24 horas diarias trabajaban en equipo, tanto
profesionales de la temática, familiares de personas con Síndrome de Down y
desarrolladores de aplicaciones móviles. El marco institucional estaba dado por
el ministerio, organizaciones de la sociedad civil y empresas del sector
privado.
Voy a agregar otra anécdota
que está directamente relacionada con la presente nota, resulta que a la
actividad concurrieron ochos estudiantes de la Universidad Nacional de Jose C.
Paz, de la carrera Ingeniería en Sistemas. Cuando nos acercamos a los jóvenes
vimos que sus computadoras eran las del “CONECTAR IGUALDAD”. ¡Si! Las que les había
sido entregadas cuanto estaban en la secundaria. Ahí vimos la integralidad de
las políticas públicas, estudiantes de una nueva Universidad Nacional, con
Netbooks entregadas en forma gratuita, desarrollando aplicaciones para otra
población vulnerable.
La ex “presidenta” en su
discurso del bicentenario, decía que la igualdad no está dada por el libre
acceso, la gratuidad, sino que está dada en tanto y en cuanto se generen las
condiciones adecuadas para el completo acceso. Podemos tener escuelas públicas,
pero si los niños, niñas y adolescentes no pueden ir, porque los padres no
tienen plata para el colectivo, si en vez de estudiar tienen que salir a
trabajar para poder comer. Si los adultos responsables están tan afuera del
sistema que no los mandan a estudiar. Que la escuela sea libre, laica y
gratuita, no sirve para nada.
Es por todo esto que el
programa “Conectar Igualdad” estaba integrado a una red más amplia de políticas
públicas, la “Asignación Universal”, la política educativa.
Los efectos del programa
fueron hermosos, millones de personas conectadas, una mejora sustancial en la
calidad educativa y en la vida de millones de niños, niñas y adolescentes,
reducción de la brecha digital. Durante cinco años de forma integral y en los
últimos dos años con intermitencias, el programa se llevó adelante.
En su discurso inicial, el
actual Presidente de la Nación, el Ingeniero Mauricio Macri Blanco Villegas,
dijo que el programa continuaría de la misma manera, que se iban a mejorar los
aspectos necesarios pero que no se daría ni un paso atrás en los derechos
adquiridos.
Desde que asumieron las
nuevas autoridades, de a poco se fue desfinanciando el programa. Ya no hay
actualizaciones de software, que en el mundo digital es lo mismo que nos obligaran
a quedarnos con un aparato de Fax para intentar enviar mensajes de Whatsaap. Cada
día es más difícil el recambio de aparatos o mantenimiento de los mismos. Despidieron
a muchos empleados del programa o los reasignaron a otras áreas, ya no se
entregan más computadoras y el día 27 de abril del 2018 se cerró
definitivamente mediante el decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 386/2018. Este
decreto cambia radicalmente la idea original del programa, ya no sería dar
acceso a la tecnología, ya no se entregarán más computadoras, se redujo a que
las escuelas impartan conocimientos sobre tecnología, y como todo conocimiento
impartido, si luego no se practica es lo mismo que nada… Pregunto: ¿Y quiénes
lo van a poder practicar? Ya lo sabemos… La gente “bien” y que ya está
digitalizada desde la “fiesta del menemato”. ¡Que después no digan que no
gobiernan para los ricos!
Cuando nos referimos a dos
modelos de país, se trata de esto, reducir al máximo las funciones y objetivos
del estado, un cambio de paradigma. “Cambiaron” el lugar que ocupa la población
para las políticas públicas. Se pasó de políticas universales a políticas
focalizadas, de políticas que fomentan el desarrollo y que su implementación
supere los objetivos primarios de la misma. A políticas que cubren un solo
aspecto de los problemas sociales.
Al
mirar las modificaciones implementadas por esta administración vemos claramente
que los principios de “IGUALDAD, LIBERTAD y FRATERNIDAD” ya no son ejes
rectores. Que la justicia social no significa nada y que buscan que el status
quo se quede tal cual esta. Que no haya movilidad social ascendente y que el
hijo del obrero sea obrero, y no un ciudadano digitalizado del mundo del siglo
XXI.
Ciencia, Justicia y trabajo
para el pueblo es algo que quedo en el pasado, hoy podemos decir,
analfabetismo, inequidades sociales y desempleo para todos, y todas... En esto
si que son inclusivos...
Lic. Homero Bonafert
Comentarios
Publicar un comentario