Lejos de ser abogado, soy un
simple ciudadano que no quiere que le vendan un buzón. Así que luego de leer
varios artículos al respecto, decidí ir a la fuente y me puse a leer el
proyecto de ley que intenta impulsar esta gestión.
Es largo y complejo, en cada
artículo sentía que me estaba perdiendo en tecnicismos, que atrás de la letra había
otras intenciones.
El análisis que hago a continuación
seguro deja mucho que desear, pero espero que como minino los invite a leer el
proyecto y saquen sus propias conclusiones.
El primer artículo de
proyecto nos habla de los objetivos de la ley.
a)
Instrumentar lo conducente para dar
cumplimiento al mandato contenido en el artículo 75, inciso 19, de la Constitución
Nacional, en lo referente al desarrollo humano, al progreso económico con
justicia social, a la productividad de la economía nacional, a la generación de
empleo y a la formación profesional de los trabajadores.
b)
Promover la liberación de las fuerzas de
la producción y del trabajo de todos aquellos mecanismos regulatorios y fenómenos
distorsivos que impidan el desarrollo de las empresas como comunidades
productivas, innovadoras, eficientes y competitivas.
c)
Fortalecer las instancias de dialogo
social como vías naturales de cooperación entre trabajadores y empleadores,
mediante la asunción de responsabilidades concretas en la gestión de las relaciones
laborales.
Hasta
acá tenemos muchos que pensar, el artículo 75 de la CN habla de las
atribuciones del congreso y lo que le corresponde al mismo, el inciso 19,
refiere al texto que ponen sobre el desarrollo humano, justicia social, generación
de empleo y formación profesional de los empleados. Si nos quedamos con esta
parte podríamos decir que son muy bellas palabras, cuasi peronistas, quien podría
no estar de acuerdo con estos enunciados. ¡Yo por lo menos no!
Cuando
leo el segundo inciso del proyecto, me recorre un cierto escozor, las palabras
me hacen ruido, me preocupan, en realidad me dan miedo.
“Promover
la liberación de las fuerzas de la producción” ¿qué significa liberar,
de que hay que liberarlas, están esclavizadas, por quién? Cuando leo esto, me
suena a que hay que lograr que las fuerzas de la producción, tengan que alcanzar
todo su potencial, que tienen que fluir libremente por el mercado, sin que sean
reguladas, o sea, libre mercado, sin la intromisión del estado o de los
sindicatos, o de la sociedad, que los empresarios puedan hacer su trabajo que
es ganar plata, pero recuerden que esa plata no se distribuye, o si, pero entre
los dueños de los medios de producción, no entre los trabajadores y mucho menos
entre los sectores históricamente vulnerados.
Cuando
seguimos recorriendo el segundo apartado del primer artículo, encontramos
palabras como “…mecanismos regulatorios y fenómenos distorsivos que impidan el
desarrollo de las empresas” me pregunto, ¿cuáles son estos mecanismos y
fenómenos que hasta hoy impiden el desarrollo de las empresas? Hasta acá, debo
reconocer que estoy en estado de pánico, yo quiero un Estado que cuide a sus
habitantes, y que el sector privado este para que los mismos tengan un calidad
de vida digna, con sueldos adecuados, que se respeten los convenios colectivos
de trabajo. Que dicho sea de paso, estos convenios están para cuidar al
trabajador de los abusos de las patronales.
Esto
me hace pensar en lo siguiente, ¿cuál es el rol del estado? Para hacerla corta,
a mi humilde entender es cuidar al débil, al desprotegido, impartir justicia y
lograr el pleno desarrollo de todos y cada uno de los habitantes del país. Cuando
veo una medida de gestión me pongo estos lentes, cruzo la medida con estas
consignas, ¿cuida al más débil? SI- NO –No lo afecta, ¿es justa? Y así
sucesivamente, dependiendo de las respuestas, saco mis conclusiones. Calculo que
cada uno tendrá sus elementos para evaluar.
“Fortalecer
las instancias de dialogo social como vías naturales de cooperación entre
trabajadores y empleadores” acá tenemos un problema, la relación de
fuerza, ¿de qué lado va a estar el Estado? ¿Va a estar presente? Porque si
hablamos de una vía natural, me suena a sin intervenciones externas, todos
sabemos que pasa si no le pones un límite a los poderes económicos concentrados.
¿Y los sindicatos? ¿O también compramos la idea de que son demonio hecho
realidad?
Me preocupa
la posmodernización de la construcción lingüística. El usar bellos términos que
remiten, en el fondo, al corrimiento de lo comunitario, de lo social como forma
de construcción colectiva, que borra o anula el poder del Estado para cumplir
con sus objetivos primigenios, que es cuidar a sus ciudadanos.
En la
CN hay una parte que se llama preámbulo, ¿se acuerdan? “Nos los representantes
del pueblo argentino…” luego dice lo siguiente
Con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la
justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el
bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad
Hasta
acá me sigue haciendo ruido, “…proveer a la
defensa común, promover el bienestar general…”
¿cómo se provee esto si el Estado no participa y deja librado a la libre negociación
entre partes la relación laboral?
Luego
los objetivos hablan de “…mediante la asunción de responsabilidades
concretas en la gestión de las relaciones laborales.” Seguramente en el
resto del texto del proyecto de ley, nos dirán quien asume las
responsabilidades, de que responsabilidades hablan y si a gestión de las
relaciones laborales estará en un marco que proteja al más débil.
Hasta
acá solo tenemos los objetivos de la ley, y tengo más dudas que certezas.
En algunos
sitios web y corporaciones de la comunicación nos cuentan los puntos más
relevantes del proyecto. Pero la idea de este artículo es iniciar el análisis
del proyecto. Invitamos a que lean el texto completo, pregunten, investiguen, porque
de aplicarse esta ley va a cambiar la realidad de todos nosotros, y no para
bien.
Hay una
máxima que dice que un pueblo educado no puede ser dominado, yo no la comparto,
creo que un pueblo empoderado no podrá ser dominado, y para lograr eso tenemos
que saber de lo que hablamos, tenemos que vigilar a nuestros gobernantes y
entender lo que quieren hacer, para lo cual es necesario comprometernos, no
entregar cheques en blanco, informarnos, pero no de lo que nos dicen los medios
de comunicación, ir a las fuentes.
No hace
falta ser abogado para comprender de leyes, si lo pueden hacer los periodistas,
vos también podes. No comamos la comida masticada por otros, abramos los ojos y
salgamos a defender lo que creamos justo.
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