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Una ley machista, misógina y que incrementa la pobreza

A medida que pasan los días, más nos caen las fichas del impacto que va a tener la reforma previsional. Que afecta a los más pobres es una obviedad, pero que las más afectadas son las mujeres pareció que pasó desapercibido, muy pocos levantaron la vos, parece que la perspectiva de género no estuvo presente a la hora de legislar, como de costumbre, nos seguimos olvidando de las mujeres.

En estos días salieron varios organismos a manifestarse en contra, como el colectivo #NiUnaMenos, pero en el recinto brillo por su ausencia o poca presencia el debate desde esta perspectiva.

Hay algunos artículos sobre este tema, en ellos podemos encontrar cifras espeluznantes, como por ejemplo que la AUH la perciben más de un 90% de mujeres, que son las que se ocupan de la crianza y cuidado de los infantes. También muestran que la mayor parte de los que perciben pensiones no contributivas son mujeres, sin olvidarnos de que las pensiones derivadas de la muerte del conyugue también son mujeres.

En resumen, esta medida impacta con mayor fuerza a las mujeres, a las mujeres pobres, porque acá también tenemos un tema importante, la pobreza pega con más fuerza a las mujeres.

Cada día me queda más claro que el neo liberalismo es nefasto para el pueblo pero el devastador para las mujeres, para muestra me alcanza un botón, dice el dicho popular, esta ley es el claro ejemplo.

Cuando queremos librar al mercado de los mecanismos “distorsivos” del estado, estamos hablando de esto, de la supervivencia del más apto, y todo está armando para que a los hombre les sea más fácil todo, todoooooooooooooooo.

¿Cuantos de nosotros miramos la reforma desde una perspectiva de género, cuantos carteles de #NiUnaMenos vimos en las manifestaciones, cuantos carteles de “Las seguimos matando” vimos en los cacerolazos?

Seguramente en estos días el colectivo #NiUnaMenos organizara una marcha en rechazo a esta ley, y seguramente estaremos todos ahí. No podemos faltar, si te molesta que te digan machista, si te jode que las “ultra feministas” te miren de reojo, bueno, empecemos a cambiar.

No alcanza con poner una imagen las redes sociales o compartir algún texto, ya no alcanza con ir a las marchas y levantar las manos, ya no alcanza con cambiar algunos hábitos, tenemos que incorporar la perspectiva de género en nuestros análisis, tenemos que ponernos esas gafas, pasar por ese tamiz cada acción, pensamiento y discursos.

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